Eduardo Campech Miranda
Coordinación Estatal de Bibliotecas
Para Anita y Narciso, más que amigos.
La institución escolar es notablemente conservadora, reacia a la incorporación de nuevas tecnologías que signifiquen una ruptura radical con prácticas anteriores. La tecnología de las PC e Internet dan acceso a un espacio incierto, incontrolable; pantalla y teclado sirven para ver; para leer; para escribir; para escuchar, para jugar... Demasiados cambios simultáneos para una institución tan conservadora como la escuela.
Emilia Ferreiro
Buenas tardes. Daré inicio a mi comunicación con una anécdota que es por mucho la responsable de involucrarme en esta vertiente de la lectura y escritura.
La inclusión de nuevas tecnologías en las aulas debe ir más allá de dotar a las escuelas de equipos de cómputo y conectividad, debe ir de la mano de una apertura para los nuevos escenarios y soportes de la palabra. Los siguientes casos ilustran este aspecto:
i
A finales de enero de 2009, Ana María Arredondo Acuña, Ángeles Valle López y servidor iniciamos un proyecto de un Seminario de reflexión en torno a la lectura como eje transversal de la currícula de educación básica. Las sedes serían las cabeceras municipales de Tlaltenango de Sánchez Román y Teul de González Ortega, ambas en territorio zacatecano. Cuando el martes por la noche terminaba mi sesión en el Teul, Ángel y Eva un matrimonio de maestros y estimados amigos, me trasladaban de este municipio a Tlaltenango. Una de esas ocasiones Eva se acercó y me preguntó si llevaba mucha prisa, a lo que respondí que no. Ella me explicaba que tenían que llevar a un niño a Florencia de Benito Juárez y se les complicaba el traslado de ambos (el niño y yo). Acepté de buena gana acompañar a Ángel a dejar al chico a su casa. Cuando me encontré con Pablo, así se llama el adolescente, yo ya contaba con algo de información sobre él.
En la camioneta, entre el asiento del chofer y el copiloto se encontraba el joven en cuestión. Tratando de ser amigable le dije: "Hola, ¿tú eres Pablo?" –Sí, me respondió una voz fría. Pensando que el trayecto nos iba a tener cerca y buscando conversación inicié una serie de preguntas.
-¿Cuántos años tienes?
-Catorce.
-Entonces vas en secundaria , ¿verdad?
-Sí.
-¿Y qué materia te gusta más?
-Ninguna. Todas las aborrezco. (Hasta aquí Pablo me ignoraba categóricamente, sólo al responder "Ninguna", me miro con bastante enfado).
-¿Alguna en particular?
-Matemáticas.
Justo en ese momento subió Ángel al vehículo y escuchó la respuesta (Ángel es maestro de matemáticas y un apasionado de la carpintería). "Pero si las matemáticas son lo más fácil del mundo. Las aplicas diario." Mi instinto de judicial me llevó a seguir con el cuestionamiento:
-¿Y qué haces en tus ratos libres?
-No tengo ratos libres. (Pablo acude con Ángel a aprender carpintería, las referencias que tengo del chico es que se encuentra muy rebelde en la escuela y el hogar, y esta actividad la realiza todas las tardes, después de cumplir con las tareas escolares).
-Bueno, cuando los tenías…
-Veía televisión y chateaba.
-¿Qué programas de la televisión te gustan?
-Bob Esponja, Los Padrinos Mágicos, Pucca, La Familia Peluche…
-¿Y el chat? ¿dónde chateas? ¿Hotmail, Yahoo?
-En Hotmail, en Yahoo, en Hi5, en Myspace (y otros más que no logré captar).
-¿Y chateas con tus amigos de Florencia?
-No tengo amigos en Florencia. Mis amigos son de Texas, Los Ángeles, Guadalajara, Monterrey, México.
-¿Y qué música te gusta?
-Hard Core, Pop Core, Screamo, Rock Alternativo (aquí le pedí que me dictará los tres primeros géneros, de los cuales nunca había escuchado hablar).
-¿Es en inglés?
-En inglés y en japonés o coreano.
-Entonces sabes inglés...
-Sí.
-¿Y tienes algún blog o una página de Internet?
--Tengo un blog que se llama "La vida estúpida". Hago encuestas. Ahorita tengo una que pregunta ¿Cómo es la vida? a) una mierda; b) es bella y c) se puede sobrellevar... Va ganando la "a".
-¿Dónde tienes tu blog?
-En Google...
-Entonces escribes, para tener actualizado tu blog...
La conversación se detuvo unos momentos. Hasta que Pablo rompió el silencio y dijo:
-Una materia que no me desagrada tanto es "Formación Cívica y Ética".
Me sorprendió mucho esa afirmación por dos motivos: uno, que eso demuestra que se había quedado reflexionando en torno a las materias (ya no estaba preguntando sobre ellas) y dos, ¿cómo era posible que le interesaran precisamente éstas, cuando sobre él se dibujaba una imagen de plena rebeldía? Entonces indagué:
-¿Y por qué te gusta?
-Porque pienso que esa materia me puede servir para lo que quiero estudiar.
-¿Y qué quieres estudiar?
-Psicología.
Una fuerte tentación de hacer mi obra mala del día me empujaba a decirle con toda la mala leche del mundo: "En Psicología llevan Estadística... y son matemáticas", pero me contuve y decidí seguir con las preguntas.
-¿Y Español o Literatura, te gustan?
-Depende del proyecto...
-¿Qué es un proyecto?
-Mmm, por ejemplo… la entrevista…
-¡Ah! Con tu blog puedes hacer eso. (Interrumpí abruptamente)
-Hice una entrevista a un tenor de Zacatecas, pero el maestro dijo que estaba mal porque no vivía aquí y además él tenía que darnos las preguntas.
Pablo guardó silencio. Habíamos llegado a su casa. Cuando se bajaba me despedí estirando mi mano, misma que quedó en el aire, vacía, y yo lleno de incertidumbre. En el camino al Teúl, le comenté a Ángel que yo pensaba que me había ganado la confianza del chico. Ángel me dijo que lo había logrado. Le pregunté que por qué me había dejado con la mano estirada y sólo respondió: "Es que así es él. Está en contra de todo lo establecido".
ii
Marzo 5 de 2009. En esta fecha fui invitado a impartir un taller de sensibilización a la lectura en un encuentro de Secundarias Técnicas efectuado en la ciudad de Zacatecas, Zac. El grupo estaba conformado por personal de apoyo: Trabajadoras Sociales, Prefectos, Odontólogos, Médicos, Psicólogos, etc.
El encuentro no sólo contemplaba mi taller, sino además unas charlas. Precisamente, la persona que me antecedía en la participación, por motivos de logística, se había desfasado de tiempo. Esperando la hora de iniciar el taller, estábamos en el aula contigua una bibliotecaria escolar, un profesor que me acompañaba desde la biblioteca pública y otro maestro que manipulaba un equipo de cómputo.
En la charla referí el caso de Pablo, todos se mostraban sorprendidos e incluso el tercer maestro dejó la computadora y participó de los comentarios. Al final, cuando me dirigía al aula donde iba a trabajar, se me acercó y preguntó que qué opinaba de los blogs. Mi respuesta estuvo en función de identificar las prácticas sociales de la escritura y la lectura: el ciberespacio es hoy por hoy punto de reunión y discusión (y por lo tanto de lectura y escritura) de la Net Generation, en palabras de Joan K. Lippincott. Es decir, si esta generación está teniendo al alcance de la mano la tecnología, habrá que aprovechar ese interés para que sea soporte de conocimientos significativos. El profesor no estuvo de acuerdo y mencionó que él les prohibió el uso del chat, de los blogs y de las redes sociales porque "sólo escribían puras tonterías y luego ni se entiende lo que ponen". La conversación no pudo continuar, sin embargo, la reflexión comenzó a aparecer.
iii
Estos maestros desconocen que si sus alumnos se comunican por esas redes, es porque son de la minoría mundial afortunada en tener acceso a las nuevas comunicaciones, y que si es claro que se realizan esfuerzos por reducir el analfabetismo funcional, no se puede ahondar la brecha digital ni apuntalar por el analfabetismo informático; dos: que el lenguaje, y sus mecanismos de transmisión, van evolucionando, son como un ser vivo, no es materia anquilosada; tres: que si bien, hasta hace algunos años tanto el lenguaje oral como el escrito tenían funciones muy especificas:
Parece razonable afirmar que en las sociedades donde se conoce la escritura, el habla se emplea para establecer y mantener las relaciones humanas (uso primariamente interactivo), mientras que el lenguaje escrito está más bien reservado fundamentalmente para la elaboración y transmisión de información (uso primariamente descriptivo), así como para organizar y reorganizar el pensamiento.
Los nuevos códigos utilizados en la comunicación vía Internet o teléfonos celulares, no son sino adecuaciones e invenciones para una comunicación escrita en "tiempo real" (uso interactivo, diría Padrón Amaré). Toda esa estructura de signos ininteligibles para muchos de nosotros (incluyendo los visuales como los emoticonos), para esta generación tiene un sentido. A estos maestros les diría que no importa que se utilicen, siempre y cuando sea en los soportes correspondientes. Es decir, debemos preocuparnos cuando estos códigos traspasen la frontera de lo virtual y se inserten en una página de papel o más aún, cuando en lugar de cumplir con la función interactiva, pasen a la descriptiva tal y como sucede en algunas páginas de la supercarretera de la información ("Espero ke tu escuches esta canción/donde quiera ke te encuentres espero ke tu...", dice una página con letras de las canciones de Antonio Aguilar") principalmente porque así lo dictan las altas esferas culturales, políticas y sociales, y ello es un atentado contra el lenguaje:
La supresión unilateral e impuesta de cualquiera de las letras de nuestro alfabeto acarrearía una ruptura en la historia del idioma, forjada durante los diez siglos que han visto su perfeccionamiento y su evolución. Las lenguas, en efecto, evolucionan. Nunca se rompen de repente.
Decíamos línea arriba de la necesidad de explotar esos intereses para desarrollar proyectos de enseñanza significativos. Curiosamente, días después de aquel encuentro con el profesor del segundo caso, el diario peruano El Comercio, en su edición del 25 de marzo de 2009, publicó una nota bajo el encabezado: "Proponen que escuelas británicas enseñen a usar blogs y redes sociales" La información refiere que la iniciativa busca familiarizar a la infancia con los blogs, podcast, Wikipedia y Twitter, entre otros, como fuente de información, el uso del teclado y la escritura a mano. Mientras que otros países siguen estando a la vanguardia, nosotros (por idiosincrasia, por cultura, por cuestiones estructurales, etc.) seguimos llegando tarde al concierto mundial (v. gr. A mediados del siglo pasado nuestro país adoptaba el modelo económico de sustitución de importaciones cuando los países desarrollados lo habían establecido en el siglo XIX; en los ochenta y noventa, y aún en nuestros días, asumimos un modelo neoliberal cuando Margaret Tatcher y Ronald Reagan, buscaban mecanismos de paliar las consecuencias sociales del capitalismo salvaje).
Las prácticas pedagógicas de hoy requieren de la enseñanza en la utilización del Internet. No basta con ingresar a Google y realizar las búsquedas. Los ciudadanos del presente y del futuro deben contar con las herramientas básicas para seleccionar y/o desechar información, de consultar bibliotecas virtuales, bases de datos, en línea y todo ello sólo es posible sólo con la lectura:
Podría pensarse que la actual proliferación de equipos informáticos con acceso a la red (crecientemente en las escuelas, también en muchos hogares) puede bastar para suministrar motivos de práctica lectora, y materiales para ejercerla. No es así: la lectura a través de la red está por lo general al servicio de la búsqueda de datos, de asimilación de informaciones breves. Nadie lee una novela extensa, un ensayo largo en pantalla (entre otras cosas, porque es muchísimo más incómodo). Y la lectura detenida y extensa es la que más forma los hábitos lectores, los automatismos y las capacidades de una extracción eficiente de información. Por no hablar de la articulación interior y de la capacidad del diálogo con los otros, sobre la que pronto tendremos que decir algo. Para educar en la lectura siguen siendo necesarios los libros, porque los libros son las mejores máquinas de leer.
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