Con la finalidad de enseñar algunas figuras retóricas, se les compartió a un grupo de cuatro estudiantes de secundaria (tres de tercer grado -Emiliano, Omar y Sebastián- y uno más de segundo -Diego), tres poemas para que localizaran antítesis, metáfora, sinestesia, símil, hipérbole, reiteración, aliteración y personificación.
Nanas de la cebolla.
Miguel
Hernández
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre:
escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla:
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.
Una mujer morena,
resuelta en luna,
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te tragas la luna
cuando es preciso.
Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en los ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que en el alma al oírte,
bata el espacio.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
Es tu risa la espada
más victoriosa.
Vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
La carne aleteante,
súbito el párpado,
el vivir como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!
Desperté de ser niño.
Nunca despiertes.
Triste llevo la boca.
Ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.
Ser de vuelo tan alto,
tan extendido,
que tu carne parece
cielo cernido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!
Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.
Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.
Vuela niño en la doble
luna del pecho.
Él, triste de cebolla.
Tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.
La lectura se realizó en voz alta. El primero en iniciar fue Sebastián (S), continuó Emiliano (E). Al termino de la misma, les lancé (M) la pregunta: ¿qué vieron?
S: El sabor de la cebolla.
M: ¿Dónde?
M: ¿De qué trata el poema?
E: Está describiendo lo que le está pasando a su hijo.
S: Trata de explicarle a su hijo que no esté triste.
E: Con la visión del bebé se olvida que está preso.
Acto seguido, escuchamos la versión musicalizada por Alberto Cortés e interpretada por Joan Manuel Serrat:
cerrada y pobre:
escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla:
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.
Una mujer morena,
resuelta en luna,
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te tragas la luna
cuando es preciso.
Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en los ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que en el alma al oírte,
bata el espacio.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
Es tu risa la espada
más victoriosa.
Vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
La carne aleteante,
súbito el párpado,
el vivir como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!
Desperté de ser niño.
Nunca despiertes.
Triste llevo la boca.
Ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.
Ser de vuelo tan alto,
tan extendido,
que tu carne parece
cielo cernido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!
Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.
Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.
Vuela niño en la doble
luna del pecho.
Él, triste de cebolla.
Tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.
La lectura se realizó en voz alta. El primero en iniciar fue Sebastián (S), continuó Emiliano (E). Al termino de la misma, les lancé (M) la pregunta: ¿qué vieron?
S: El sabor de la cebolla.
M: ¿Dónde?
S: Donde dice "cuando en la dentadura/sientas un arma./Sientas un fuego/correr dientes abajo/buscando el centro." La cebolla tiene un sabor fuerte, y si la tienes en los dientes es como si te pegaran.
Omar (O): Alguien que estaba en la cárcel.
M: ¿Por qué dices eso?
O: Porque ahí dice "Soledades me quita/cárcel me arranca".
Los otros chicos guardaron silencio. No habían visto nada.
Hasta aquí, observamos dos interpretaciones: una inferencial, la de S, y otra literal, la de O. Insisto, el propósito no era hacer un análisis literario del poema, ni una interpretación profunda. Sin embargo, consideré que era una situación idónea para tratar de conocer cómo se acercan los jóvenes a la poesía, y más cuando es un género que no acostumbran leer.
E: Está describiendo lo que le está pasando a su hijo.
S: Trata de explicarle a su hijo que no esté triste.
Si observamos detenidamente, y conocemos el poema y su contexto, nos percataremos de que hubo una mayor aproximación a partir de la primer pregunta (¿qué vieron?), la cual es poco usual dentro de aula. En tanto, con la segunda (¿de qué trata el poema?), pretendieron sintetizar en una oración toda la trama del poema. Sin embargo, ambas interpretaciones están mucho más alejadas del sentido del texto, que la primera. Aquí cabe cuestionarnos, ¿hasta dónde condiciona una respuesta errónea la manera de preguntar? Me explico: la primera tiene una connotación subjetiva, cada quién va creando sus imágenes mentales en función de su experiencia con el mundo; mientras que la segunda -por la misma dinámica escolar, dada muchas veces por preguntas cerradas y cuya respuesta esté más en función de lo que quiere escuchar el maestro- estriba una respuesta más racional.
A partir de este momento se les explicó el contexto del poeta y del poema, de manera breve. Una vez identificados los personajes y las circunstancias del poema, se continúo con otra serie de preguntas:
M: ¿Dónde está el niño?
E: En la cuna, ahí menciona la cuna: "Una mujer morena,/resuelta en luna,/se derrama hilo a hilo/sobre la cuna,"
M: ¿Qué está haciendo la mujer?
D: Amamanta al niño.
M: Entonces, ¿qué representa la luna?
O: ¿la chichi?
M: Sí. Así es. ¿Ya vieron que en el verso "se derrama hilo a hilo" nos está ilustrando unos senos que expulsan leche?
Todos: Sí.
M: ¿Qué edad tiene el niño?
S: Ocho meses.
M: ¿Qué son los azahares?
E: Una flor.
M: ¿De qué color?
E: Creo que blancas, porque los dientes de los bebés son blancos.
M: ¿Y qué son los jazmines?
(Silencio)
M: ¿Qué dijimos que son los azahares?
D: Flores.
M: Bien, ¿qué serán los jazmines?
E: ¿Flores?
M: ¿De qué color?
E: Blancas.
M: Ya por último, para pasar a identificar las figuras retóricas, ¿qué quiere decir "Tu risa me hace libre,/me pone alas./Soledades me quita,/cárcel me arranca."?A partir de este momento se les explicó el contexto del poeta y del poema, de manera breve. Una vez identificados los personajes y las circunstancias del poema, se continúo con otra serie de preguntas:
M: ¿Dónde está el niño?
E: En la cuna, ahí menciona la cuna: "Una mujer morena,/resuelta en luna,/se derrama hilo a hilo/sobre la cuna,"
M: ¿Qué está haciendo la mujer?
D: Amamanta al niño.
M: Entonces, ¿qué representa la luna?
O: ¿la chichi?
M: Sí. Así es. ¿Ya vieron que en el verso "se derrama hilo a hilo" nos está ilustrando unos senos que expulsan leche?
Todos: Sí.
M: ¿Qué edad tiene el niño?
S: Ocho meses.
M: ¿Qué son los azahares?
E: Una flor.
M: ¿De qué color?
E: Creo que blancas, porque los dientes de los bebés son blancos.
M: ¿Y qué son los jazmines?
(Silencio)
M: ¿Qué dijimos que son los azahares?
D: Flores.
M: Bien, ¿qué serán los jazmines?
E: ¿Flores?
M: ¿De qué color?
E: Blancas.
E: Con la visión del bebé se olvida que está preso.
Acto seguido, escuchamos la versión musicalizada por Alberto Cortés e interpretada por Joan Manuel Serrat:
Elegía
Miguel Hernández
(En Orihuela, su pueblo y
el mío, se
me ha muerto como del rayo Ramón Sijé,
con quien tanto quería.)
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento.
a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.
Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.
Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera
de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.
Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas.
Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.
A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.
Para el segundo poema, también de Hernández, la dinámica fue muy similar:
M: ¿Qué vieron?
me ha muerto como del rayo Ramón Sijé,
con quien tanto quería.)
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento.
a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.
Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.
Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera
de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.
Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas.
Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.
A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.
Para el segundo poema, también de Hernández, la dinámica fue muy similar:
M: ¿Qué vieron?
E: Sentimiento triste. Un pleito, por lo que dice al principio. Alguien que quería mucho murió, porque ahí dice: "No perdono a la muerte enamorada."
O: Un familiar muerto, luego se murió su esposa.
D: Una riña con otra persona, esa persona murió.
S: Quiere recuperar a la persona fallecida, pero no era su esposa, es un hombre, dice: "compañero del alma, compañero".
M: Sí, tienen razón en varias cosas que han dicho. Hay, en efecto, un muerto, hay dolor por esa muerte, es un varón, pero ¿dónde vieron la riña?
E: Donde dice "Un manotazo duro, un golpe helado/un hachazo invisible y homicida,/un empujón brutal te ha derribado."
D: En la parte que dice: "Un manotazo duro..."
Hago una pausa y solicito que pongan atención a la dedicatoria. No les dice nada. Entonces vuelvo a intervenir y expongo la relación de amistad entre Miguel Hernández y Ramón Sijé, y la manera como murió el segundo.
S: Entonces murió joven, porque ahí dice: "Temprano levantó la muerte el vuelo".
M: Sí. Así es. Con lo expuesto hasta aquí, ¿tiene más sentido el texto?
Todos: Sí
Me queda claro que tuve que profundizar más a partir de esta última pregunta, sin embargo, los chicos ya manifestaban cierto cansancio, por lo cual decidí lanzar sólo un par de preguntas más.
M: ¿Qué es hortelano?
S: El que cuida-
M: ¿Qué cuida?
S: Donde está enterrado.
M: ¿Dónde está enterrado?
(Silencio)
M: Vamos por otro lado, ¿qué es estercolar, a qué se refiere ese verbo?
(Silencio)
M: ¿A qué les suena estercolar?
E: ¿Estiércol?
M: Sí. ¿Cuál es uno de los usos que se le da al estiércol?
O: Para que crezcan las flores.
M: Sí, correcto. Ahora, ¿Qué pasa con un cadáver cuando se sepulta?
S: Se descompone.
M: Cierto, ¿y una vez que se descompone, que sucede con sus desechos orgánicos?
D: También sirven como abono.
M: Una vez que sabemos todo esto, pregunto, ¿Qué abona el cuerpo del amigo muerto?
S y E: Las amapolas.
M: Perfecto, Ahora vuelvo a la primera pregunta, ¿qué es un hortelano?
(Nuevamente silencio).
M: Como los veo cansados vamos a avanzar, hortelano es quien cuida y atiende un huerto.
Igual que con las "Nanas de la cebolla", escuchamos la versión musicalizada.
Finalmente, y ya sin seguir la dinámica de preguntas, leí el poema de Paz. En este y en el poema anterior se siguieron localizando las figuras retóricas.
Las palabras
Octavio Paz
Dales la vuelta,
cógelas del rabo (chillen, putas),
azótalas,
dales azúcar en la boca a las rejegas,
ínflalas, globos, pínchalas,
sórbeles sangre y tuétanos,
sécalas,
cápalas,
písalas, gallo galante,
tuérceles el gaznate, cocinero,
desplúmalas,
destrípalas, toro,
buey, arrástralas,
hazlas, poeta,
haz que se traguen todas sus palabras.
cógelas del rabo (chillen, putas),
azótalas,
dales azúcar en la boca a las rejegas,
ínflalas, globos, pínchalas,
sórbeles sangre y tuétanos,
sécalas,
cápalas,
písalas, gallo galante,
tuérceles el gaznate, cocinero,
desplúmalas,
destrípalas, toro,
buey, arrástralas,
hazlas, poeta,
haz que se traguen todas sus palabras.
Aunque como se explicó el ejercicio tenía como fin primordial localizar las figuras retóricas, permitió dar luz en torno a la manera como se van construyendo las interpretaciones. Observamos cómo éstas pueden derivar de inferencias (el gusto de la cebolla en los dientes como un arma que golpea, por lo fuerte del sabor) o de manera textual (el identificar que el narrador del poema está preso porque así lo dice el texto).