viernes, 4 de abril de 2014

Un libro, una canción y su encuentro en un colectivo.


Eduardo Campech Miranda

Conocí, como muchos, la canción de “Las Batallas” en un disco compacto de Café Tacvba. Como a otros tantos que no habíamos leído la novela de José Emilio Pacheco, y como pasa con muchas canciones, me la sabía de memoria pero no la entendía.

Durante una capacitación de los talleres de Mis Vacaciones en la Biblioteca, Alma Leyrda Cárdenas nos develó el misterio de la letra de Café Tacvba. Ahí conocí la prosa de Pacheco. Antes había leído algunos de sus poemas.

Al año siguiente supe que la actividad la había aprendido de Claudia Gaete Balboa, entrañable amiga. A Claudia la volví a encontrar en capacitaciones de Salas de Lectura y en un diplomado ofrecido por iBBY México y años después en un diplomado que se ofertó en Zacatecas a docentes de Educación Básica. Y fue hasta esta última ocasión en que compartió cómo había relacionado e ideado el andamiaje de comprensión lectora con ambos textos.

Nos compartió que en un viaje en colectivo en el Distrito Federal, escuchó la canción –que ella misma sabía de memoria- y fue entonces que acababa de leer la novela. Ahí le llegó la iluminación: esa que se presenta cuando descubrimos intertextualidades. Fue así como se elaboró una actividad tan exitosa que, incluso, aparece en los libros de telesecundaria.

Pero más allá de la aportación de Claudia Gaete a la comprensión lectora, el andamiaje ha propiciado el acercamiento con la obra de José Emilio Pacheco. Los jóvenes y los adultos encuentran en ella una historia que propicia las evocaciones y las relaciones culturales. Recuerdo cómo en una ocasión, realizando la misma actividad de Gaete, una maestra se saboreó las tortas de nata, cómo la historia está tan bien construida que brinda la posibilidad de mostrar herramientas de comprensión lectora, cómo en unas cuantas páginas nos traslada a un México que sigue siendo el mismo: el de las promesas de equidad, justicia y modernidad. Pero por otro lado va abriendo paso a la globalización consumista.


Todas esas deudas sociales Pacheco las señaló en su poesía, he ahí el motivo por el que no amaba a su patria, y por el cual, ironizaba con una crítica mordaz la reunión de antiguos compañeros. Por esos sus palabras, con toda autoridad, al entonces candidato Peña Nieto: “Si no lee, no puede tener lenguaje y sin lenguaje no puede pensar en los problemas del país. Los límites del lenguaje son los límites del pensamiento.”

Publicado en "La Gualdra", suplemento cultural de La Jornada Zacatecas, 4 de febrero de 2014.

Imagen: Notimex.

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