FLETCHER, Charlie: Corazón de Piedra, Ediciones B, 336 p.
“En las profundidades de la ciudad, algo había despertado, algo tan
antiguo que la gente había pasado junto a ello durante siglos sin
prestarle atención…”
Cuando George desprende la cabeza de la pequeña talla en forma de
dragón, despierta un antiguo poder. Un pterodáctilo que durante siglos
permaneció inmóvil como un centinela empieza a perseguirlo con furia
aterradora. Y eso sólo es el comienzo…
Las máculas y los vitratos –estatuas de naturalezas opuestas—están en
guerra, causando mortíferos estragos en la ciudad. El Artillero de la
Primera Guerra Mundial ofrece cierta protección, y la sabiduría de la
Esfinge es legendaria. Pero George y su compañera Edie han quedado
atrapados en un mundo lleno de peligros. Y aún peor: están completamente
solos. Los demás habitantes ignoran su difícil situación.
Trata
de que George tumba una estatua del Museo de Historia Natural y de pronto,
todas las estatuas de Londres cobran vida y empiezan a corretear a George, un
autobús se atraviesa y se salva. Luego, se encuentra con el Artillero, que él
será su guardián. Al día siguiente empezó una guerra entre las estatuas de
forma humana vs las estatuas en forma de animal y la única forma de volver a la
normalidad era que se necesitaba hacer un sacrificio, así todo volvería a la
normalidad y al final George hace el sacrificio y todo se vuelve a la
normalidad.
Eduardo Emiliano Campech Correa (12 años)
Eduardo Emiliano Campech Correa (12 años)
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